lunes, 29 de agosto de 2011

Nietzsche y la verdad - El diseño como discurso

La clase se dividió en tres momentos:

Momento 1: Introductorio

Se repasaron las hipótesis provisionales, planteadas en la clase anterior, que hablan en torno a las nociones de diseño y de lo estético desde el lugar de lo discursivo. Diseño como esos discursos que producen ese territorio que vamos a llamar mundo del diseño. En ese mundo del diseño vamos a centrarnos en el quehacer del diseñador y en ver como el diseñador no solo está en esos territorios de las prácticas sino en esos otros territorios de lo político, lo ético, lo deseante, esas otras dimensiones que nos atraviesan en nuestro entorno virtual (mundo de la vida). Y lo estético como una dimensión fundamental para abordar los discursos del diseño, del quehacer del diseñador.

Momento 2: Ejercicio de imaginación

Recordando lo trabajado en torno a la genealogía llegamos al planteo de la cuestión de la verdad, de cómo se produce la misma, de cómo las cosas se configuran dependiendo de la visión del hombre y como la forma de percibir es activa.

Se proyectaron tres videos (traillers de Buck Rogers en el siglo XXV, de El hombre nuclear y de un capítulo de la serial CSI La Vegas), y se hizo una puesta en común en torno a datos que arrojaban los mismos. Aparecieron entre otras cosas: lo tecnológico (como forma de control y a la vez como un factor peligroso), el hombre como destructor del hombre y buscando capacidades extras, preocupación por el tiempo futuro (prospectiva) y como el tiempo es concebido linealmente, como el ser humano puede teorizar sobre lo que sucede y controlar así todas las variables dentro de un sistema monocausal, Esta visualización nos sirve dar cuenta de ciertos valores que aparecen en nuestra mirada. Estamos imbuidos en un particular mundo de valores, que hacen referencia al positivismo, que atraviesa la producción de imagen y nuestros cuerpos. Se hizo una caracterización del positivismo buscando contextualizar a Nietzsche en relación al mismo. Se proyecto una escena de la película Gothic (dirigida por Ken Russell) que habla de un momento (dentro de una epoca) catalogado dentro de lo que se dio a llama el Romanticismo que era la contratara del positivismo. En las misma aparece como contraparte de esa racionalidad instrumental positiva del consenso esas personas mala vistas, que se juntaban de noche, esos personajes, que también colaboran en ese mundo de valores que produce un objeto de estudio medible, pesable, una investigación de ese mundo intangible, de la imaginación, de la fantasía que finaliza en formato cuento (un Frankenstein, monstruoso, fuera de lo normal, creado por esa especie de demiurgo que da vida a esa composición muerta).

Momento 3: Lectura de Nietzsche

Desde el contexto planteado, y tratando de entender desde el mismo, se leyó en conjunto algunos pasajes del artículo "Sobre verdad y mentira en sentido extramoral" de F. Nietzsche. Nietzsche nos a introduce con el mismo en el mundo descriptivo de lo positivista, en el tema de la verdad y la mentira desde ese lugar de la descripción donde no hay valoración, donde no hay moral. Entre otras consideraciones aparece: la invención del conocimiento como transgresión del hombre (un invento altanero y falaz); el hombre usando el engaño como artificio y tirando una flecha contra el cúmulo de creencias; la necesidad de vivir con otros (y por eso necesita de un tratado de paz para que no se produzca la guerra de todos contra todos); el gran problema que esa paradoja de que queriendo vivir con los otros queremos hacer lo que nos plazca (las sociedades son inventos también); la verdad se produce en tanto aparece un tratado de paz para vivir juntos (el hombre necesita de una convención, de un lenguaje); el lenguaje que es uniformemente válido y obligatorio proporciona la posibilidad de la comunidad (con las palabras aparece las prácticas que nos colocan en cierto lugar, registro de propuestas para cada ser para encaminarlos hacia cierto lugar, para que sea un cuerpo, para que tenga un modo de vincularse con el otro); la cosa en sí (y no habla de objeto) está suspendida del lenguaje, estamos suspendidos frente al acontecimiento (“es totalmente inalcanzable y no es deseable en sí para el creador del lenguaje”), cuando le ponemos nombre a lo que sucede ahí ya lo convertimos en un objeto de estudio, organizamos de cierta manera. En esas formas de abordar el conocimiento es que Nietzsche puede llegar a decir que la verdad es un haz de metáforas. Esas metáforas son organizadoras de nuestra cotidianeidad. Cuando decimos esto es verdad estamos diciendo que un cúmulo de cosas de diferentes mundos tienen un sentido (de Verdad), y están naturalizados. Si vamos a otros lugares (que no sea el lugar de lo científico) que es la verdad? Nietzsche denuncia al lenguaje como control. La ciencia produce un cementerio de palabras, porque la palabra cuando llega a la gente ya es palabra muerta (ya no hay acontecimiento), cuando lo social llega a la ciencia ya no es lo social (es un recorte, un cuerpo estandarizado), la ciencia mata la intuición.

Siguiendo, cuando decimos que tenemos una caja de herramientas nosotros hablamos en relación a lo genealógico (que ya lo vinimos trabajando) y ahora en relación a Nietzsche estamos hablando de la hermenéutica. Desde una mirada positiva se puede dar explicaciones (justificando la situación y tratando de comprobar si es cierta o no). El problema es si queremos llegar a entender la situación, a comprender el acontecimiento y eso tiene que ver con otras dimensiones, con otras cosas que se producen y que son base de esta otra herramienta que es la hermenéutica. Lo hermenéutico no busca la verdad si no que busca la comprensión del acontecimiento, en donde uno está ligado. Significa entender que el conocimiento además de que es una construcción es un haz de metáforas. Por eso podemos pensar que el diseño es discurso, porque si es conocimiento es un conjunto de metáforas. La verdad es una cuestión de lenguaje. Entonces lo hermenéutico no va a ir en la búsqueda de una verdad sino que va a ver como afecta o como produce verdad el lenguaje. Por eso (dice Nietzsche) no hay hechos sino interpretaciones. No existe la cosa como dada, sino como la vemos y desde donde la vemos.

Para cerrar la clase tomamos a Foucault para ver a Nietzsche desde otra perspectiva: las prácticas sociales (lo que hacemos a diario) engendran dominios de saber, de conocimiento. Pero también produce sujetos, sujetos de conocimiento. Estos son discursos como juegos estratégicos y políticos (juegos de fuerzas en un campo). Por eso podemos decir que hay una constitución histórica del sujeto del conocimiento. Así nos podemos preguntar como aparece el diseño, como aparecieron esas prácticas que hicieron esas conexiones para que aparezca como un objeto de estudio. Estamos hablando el diseño en otras condiciones. Para Foucault, si la verdad es una cuestión de lenguaje, va a avanzar y va a decir además que es producto de las estructuras políticas. También va a decir que “El conocimiento es simplemente el resultado del juego, del enfrentamiento, la confluencia, la lucha y el compromiso entre los instintos. Y acá en esto último (pero Instintos con mayúsculas) está Nietzsche.

Para la próxima se sugiere leer:

Díaz, Esther (ed); "El conocimiento como tecnología de poder", "Investigación básica, tecnología y sociedad. Khun y Foucault" en La Posciencia- El conocimiento científico en las postrimerías de la modernidad, Bs As.: Biblos, 2000. (está en la carpeta EyD1 en el CEDA)

Bajtin, M; "El problema de los géneros discursivos" en Estética de la creación verbal, Bs As, Siglo XXI, 2005. (está en carpeta del CEDA y en http://estafeta-gabrielpulecio.blogspot.com/2009/06/mijail-m.html)

No hay comentarios:

Publicar un comentario